Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo

El Consell avala el Protocolo de Intenciones para convertir Feria Valencia en un polo de atracción de empresas e inversiones para la Comunitat Valenciana

12/05/2017
- El documento expresa los compromisos asumidos por la Generalitat, el Ayuntamiento de Valencia y la entidad ferial, así como las etapas para reestructurar el recinto
- El Ejecutivo valenciano aprobará un nuevo decreto de Ferias y un decreto ley de asunción de la deuda que no supondrá obligaciones adicionales
- La Generalitat gestionará la actividad ferial mediante una sociedad, en régimen de colaboración público-privada, y de la mano de uno o varios socios tecnológicos escogidos mediante un proceso de diálogo competitivo con especialistas del sector
El Pleno del Consell ha sido informado del Protocolo de Intenciones consensuado con el Ayuntamiento de Valenciana y Feria Muestrario Internacional de Valencia, destinado a posibilitar el proceso de reestructuración de la entidad ferial con el objetivo de convertirla en un polo de atracción de empresas e inversiones extranjeras, así como un instrumento estratégico para la dinamización de la economía valenciana.

El Protocolo establece y concreta los hitos que conducirán a la configuración de la nueva Feria Valencia, un espacio único de intercambio comercial, con capacidad para competir con otros recintos europeos en la captación de certámenes internacionales y con la intención de promover la actividad comercial de nuestros sectores productivos.

El documento, que será rubricado formalmente en un acto que tendrá lugar una vez el Ayuntamiento de Valencia y Feria Valencia lo ratifiquen en sus órganos respectivos, convertirá al recinto ferial, cuando se culmine el proceso, en embajador de la economía valenciana en el mundo.

El acuerdo con el Ayuntamiento de Valencia y con Feria Valencia, materializado en un Protocolo de Intenciones que expresa los compromisos asumidos por todas las partes y las etapas del proceso, comportará la aprobación por el pleno del Consell, a propuesta de la Conselleria de Economía, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo, de un nuevo decreto de Ferias.

Este equiparará la actividad ferial a un servicio de interés general autonómico, atribuyendo a la Generalitat Valenciana, no solo la capacidad normativa respecto de estas actividades, sino también la posibilidad de promover la celebración de ferias comerciales de forma directa o indirecta.

El pleno del Consell, a propuesta de la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico, aprobará un Decreto ley de Asunción de la deuda, que deberá ser convalidado posteriormente por las Corts.

El decreto ley en modo alguno supondrá añadir nuevas obligaciones financieras a las ya comprometidas por los anteriores gobiernos, lo que supone que la Generalitat no tendrá que destinar recursos adicionales.

La principal finalidad de la norma es clarificar la situación administrativa de la deuda y liberar a Feria Valencia de una pesada losa que impide su desarrollo comercial.

Una losa heredada de 1.025 millones hasta 2029

Al respecto, cabe recordar que el proyecto de ampliación de Feria Valencia supuso un endeudamiento de 587 millones de euros que, sumados a la carga financiera estimada para los más de 20 años de vigencia de la operación, alcanza un total de 1.025 millones de euros.

Hasta el momento la Generalitat se ha podido reembolsar en torno a 100 millones de euros de principal y 270 millones de intereses. El importe todavía pendiente, comprometido por el anterior Gobierno de la Generalitat, supera la cifra de 650 millones de euros que se desembolsarán en un horizonte que concluye en 2029.

El Protocolo de Intenciones también establece que el Ayuntamiento de Valencia rescatará la concesión actual, sin que ello suponga indemnización para la actual institución ferial que, en virtud de este acuerdo, renunciará a cualquier derecho indemnizatorio.

Acto seguido, el Ayuntamiento cederá la gestión de la infraestructura a la Generalitat Valenciana mediante una concesión demanial de forma gratuita por espacio de 75 años, el máximo legal permitido, a cambio de que el Gobierno valenciano se comprometa a conservar la infraestructura en perfecto estado de funcionamiento.

Como resultado del proceso, la Generalitat gestionará la actividad ferial desarrollada en la infraestructura mediante una sociedad, en régimen de colaboración público-privada, y de la mano de uno o varios socios tecnológicos escogidos mediante un proceso de diálogo competitivo con especialistas del sector.

En el momento actual no corresponde especificar los aspectos de detalle del proceso que, en esta fase, debe ser lo suficientemente abierto como para atraer a los mejores gestores.

La cesión de la actividad al operador resultante del proceso desencadenará la disolución del actual Patronato de Feria Valencia, que se compromete a continuar desarrollando la gestión del recinto durante el periodo transitorio, así como a garantizar que el rescate de la concesión actual de la entidad ferial no genere derechos indemnizatorios.

Comisión de seguimiento

Asimismo, el documento determina que se constituirá una comisión de seguimiento que velará por la ejecución del presente Protocolo, y que estará integrada por dos representantes de la Generalitat, uno por cada una de las conselleries afectadas; dos representantes del Ayuntamiento de Valencia; y otros dos representantes de Feria Valencia. De este modo, las partes verificarán la adecuada ejecución de los compromisos del Protocolo desde un órgano donde todas las entidades estarán representadas.

Las potencialidades de la infraestructura

Feria Valencia necesitaba una hoja de ruta para dotarse de un futuro a la altura de la relevancia de la infraestructura, una estrategia que le permitiera alcanzar índices de ocupación del espacio ferial equiparables a los mejores recintos europeos.

Tras años de crisis, las ferias tradicionales valencianas han consolidado un nivel satisfactorio de actividad que ha posibilitado equilibrar las cuentas de la institución ferial, pero que todavía resulta insuficiente para explotar las potencialidades de la infraestructura como instrumento de generación de valor para la sociedad valenciana.

Después de una legislatura perdida bajo el gobierno anterior, que condujo a una auténtica parálisis de la actividad ferial valenciana, el Consell ha impulsado un principio de acuerdo con el Ayuntamiento de Valencia para dotar de un futuro a la institución ferial.

Pocas áreas de gestión ejemplifican mejor que Feria Valencia la ruina en diferido heredada por el actual Consell. Feria Valencia constituye un ejemplo paradigmático que aúna todos los vicios del gobierno anterior: una infraestructura, con una finalidad aparentemente productiva y necesaria, pero completamente desproporcionada en su dimensión y en su coste, que no se acometió con recursos corrientes, sino a través de endeudamiento, haciendo soportar la desorbitada carga financiera en las espaldas de las generaciones futuras.

Hoy, Feria Valencia lucha por sobrevivir a una etapa marcada por una gestión nefasta que la ha situado al borde de la desaparición. Desde 2008 hasta 2015, la entidad destruyó EBITDA por valor de 55,8 millones de euros, aprobó dos expedientes de regulación de empleo que afectaron a 192 trabajadores, y el número de visitantes disminuyó en más de 600.000 personas, un 50% del total.