Detalle nota de prensa - Comunica GVA

La Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio ha publicado el 'Manual de buenas prácticas sobre la retirada de los restos de posidonia y seba para la conservación de las praderas de fanerógamas marinas en la Comunitat Valenciana'.

Según la resolución publicada en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGV), el objetivo de este manual es establecer dónde, cuándo y cómo pueden ser retiradas las acumulaciones de algas y fanerógamas marinas en las orillas de las playas, arrojadas por el mar tras desprenderse, de forma natural, del substrato rocoso o arenoso.

Se trata de fenómenos naturales, también llamados banquetas o arribazones, causados generalmente por el efecto de los oleajes y temporales en la franja costera que, favorecen el saneado de las poblaciones de macroalgas y plantas marinas.

Los ayuntamientos interesados en solicitar autorización para la retirada de restos de fanerógamas marinas de sus playas deberán solicitar la correspondiente autorización a los Servicios Territoriales de la provincia correspondiente.

La autorización podrá concederse para un período máximo de 4 años, siempre que se informe de las cantidades retiradas y su destino al final de cada año natural.

Durante la temporada de mayor afluencia de personas a las playas, entre el 15 de marzo y el 31 de octubre, se podrá autorizar la retirada de restos de posidonia y seba en playas urbanas.

Así también, del 1 de mayo al 30 de septiembre, se podrá autorizar esta actividad en playas naturales y en casos excepcionales que así se determinen.

Asimismo, durante el resto del año, no se podrá autorizar la retirada de estos residuos marinos, período en el que hay mayor probabilidad de que se produzcan temporales.

Restos de posidonia oceánica y seba

En el litoral de la Comunitat Valenciana, la principal especie que aporta estos restos es posidonia oceánica, seguida de otra fanerógama marina, Cymodocea nodosa, que son precisamente las especies objetivo de la normativa autonómica en materia medioambiental.

Generalmente, los restos de posidonia y seba se incorporarán al sustrato costero, preferentemente a la misma playa a la que lleguen. Cuando no sea posible reincorporarlos a las playas de procedencia por sus posibles repercusiones ecológicas negativas sobre el hábitat, los restos retirados se reutilizarán en procesos de economía circular o para su aprovechamiento como compostaje, gasificación, peletización, o producción animal, entre otros.